Urdaibai, como Reserva de la Biosfera, posee un enorme valor natural. La naturaleza ha sido generosa con esta tierra, a la que ha regalado formaciones de gran belleza y playas espectaculares que compiten en atractivo con los montes y sus frondosas masas forestales.
Naturaleza
La Marisma
En Urdaibai, hay en la actualidad unas 600 Ha. de marismas, que presentan un amplio lecho inundable. La acción de las mareas, dota a éste ecosistema de un componente dinámico con gran atractivo para su observación. Es un paisaje que cambia cada pocas horas. La marisma de Urdaibai, es un ecosistema en el que se funden como en pocos lugares, la influencia de la naturaleza con las prácticas seculares del hombre. En un entorno que a primera vista parece virgen, la mirada experta descubre un entramado de antiguos diques de piedra y barro (munas), estructuras para compuertas ya en desuso, zonas semidesecadas para pastos (polders) y canalizaciones para antiguos molinos, que construidas con sabiduría y respeto al medio, han conformado un paisaje con multitud de matices.
La Campiña y el Bosque Atlántico
La campiña es el entorno natural de caseríos y núcleos habitados, constituido por un mosaico de prados, cultivos y pequeñas formaciones boscosas adyacentes. Su formación se debe a la explotación agrícola y ganadera del territorio, es el ecosistema que ha sido intervenido directamente por el ser humano, un paisaje diverso y armónico, con presencia de caseríos vascos tradicionales de relevancia histórica y económica, rodeados de cultivos, diversas especies de animales, pastizales y plantaciones forestales, que la dotan de esa especial singularidad y riqueza que lo convierten en uno de los paisajes más representativos del País Vasco.
Encinar Cantábrico
Es uno de los ecosistemas más representativos de Urdaibai, una de sus señas de identidad: marca fuertemente su paisaje, y condiciona su fauna y usos. Son bosques importantes desde el punto de vista ecológico y biogeográfico, con especies vegetales que deben hacer frente a la escasez de agua (especialmente en verano), que desarrollan extensas raíces y hojas pequeñas y coriáceas capaces de retener la humedad, evitando, mediante la regulación de sus estomas la pérdida de agua. Los encinares cantábricos de Urdaibai acogen una fauna diversa. Su estructura cerrada y espesa hace de esta masa forestal un refugio protegido para muchas especies animales. Las masas más representativas de encinar cantábrico en Busturialdea son las que se extienden desde el cabo Ogoño hasta Ereñozar.
Los Arenales
Bulliciosas o solitarias, grandes arenales o pequeñas y recogidas playas. Son muchas y variadas las playas de Urdaibai, todas con el encanto del Cantábrico, bien para disfrutar de una tranquila jornada al sol o para un día de aventuras acuáticas. Fuera de época estival son también un fantástico lugar para disfrutar del bravo sonido del mar, para pasear inmersos en la naturaleza más bella, o para disfrutar de la soledad.
Las Islas
Siempre rodeadas de misterios y leyendas, las islas e islotes de Udaibai son buen ejemplo de ello. Son islas continentales, es decir, en algún momento de su historia estuvieron unidas al continente.
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Izaro
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Txatxarramendi
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Akatz
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Sandindere
Cabo Ogoño
Este peñón, en cuya ladera se asienta el pintoresco pueblo de Elantxobe, es una atalaya natural que nos regala vertiginosas panorámicas sobre la playa de Laga, Izaro, Bermeo y nuestro mar Cantábrico. A esta impresionante masa caliza de paredes verticales se asciende de manera sencilla desde Elantxobe (2km). Un paseo entre el bosque de encinar Cantábrico.
San Juan de Gaztelugatxe
El islote de Gaztelugatxe, coronado por la ermita de San Juan, es uno de los lugares más impresionantes que podrás ver. Durante sus casi mil años de historia el templo ha presenciado desde actos de piratería y naufragios, a ceremonias religiosas en épocas más recientes. La capilla está unida a la costa por un puente de 231 peldaños, rasgados en un acantilado de roca flysch –en la Península solo la hay en la Cornisa Cantábrica– que queda al descubierto cuando baja la marea. No hay otro balcón mejor en la costa vizcaína que esta atalaya que, junto a la cercana peña de Aketxe forma una reserva natural de gran valor por ser lugar de cría de aves marinas.